Me desvanezco y las puertas del cielo están
cerradas porque Dios no da cobijo a un corazón ateo.
Seré sincero, la verdad, ya me da igual.
¿Qué pasará conmigo? Yo solo quiero descansar total
para lo que ahi que ver ya, prefiero no ver nada.
Me quite la vida, harta de la peña y de sus puñaladas.
sábado, 27 de diciembre de 2008
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